El día 19 de noviembre, a las 12:30 hrs., tuvo lugar la misa exequial del R. P. Pedro Mario Stecca, en la iglesia de San Francisquito de Sales, Guadalajara. En esta comunidad pasó los últimos años de su vida, como un faro que guiaba a muchas personas y entre ellos muchos hermanos salesianos, por medio del sacramento de la Reconciliación.
La Eucaristía fue muy nutrida en número de hermanos salesianos que se trasladaron de la Semana de Formación Permanente, aunque cabe destacar quienes se viajaron a Guadalajara expresamente para asisitir al último adiós al P. Pedro Mario. La Misa fue presidida por el P. Salvador Cleofás Murguía, inspector de la Provincia MEG; pero muchas otras voces se hicieron presentes para agradecer a Dios la intervención que hizo en la persona de este salesiano italiano que vino hace 56 años, señalando su laboriosidad incansable, su devoción a María Auxiliadora y su ser apóstol de la Misericordia Divina.
Don Pascual Chávez, Rector Mayor de los salesianos se hizo presente en una sentida carta en que hizo notar el gran aporte que dio como formador del México salesiano en la restauración del carisma a mediados del siglo pasado, de donde son testigos las obras de Coacalco, León, Zamora entre otras.
Las lágrimas se mezclaron con el orgullo de celebrar la entrega generosa de un salesiano totalmente entregado a Dios y a las almas. Señaló el P. Jorge García, director de la comunidad de San Panchito que en medio de los sufrimientos de los últimos días el P. Pedro Mario se declaraba feliz, y sus últimas palabras: "Señor, tengo sed de ti". Esto habla de un corazón pleno y lleno de amor a Dios.
La Eucaristía fue muy nutrida en número de hermanos salesianos que se trasladaron de la Semana de Formación Permanente, aunque cabe destacar quienes se viajaron a Guadalajara expresamente para asisitir al último adiós al P. Pedro Mario. La Misa fue presidida por el P. Salvador Cleofás Murguía, inspector de la Provincia MEG; pero muchas otras voces se hicieron presentes para agradecer a Dios la intervención que hizo en la persona de este salesiano italiano que vino hace 56 años, señalando su laboriosidad incansable, su devoción a María Auxiliadora y su ser apóstol de la Misericordia Divina.
Don Pascual Chávez, Rector Mayor de los salesianos se hizo presente en una sentida carta en que hizo notar el gran aporte que dio como formador del México salesiano en la restauración del carisma a mediados del siglo pasado, de donde son testigos las obras de Coacalco, León, Zamora entre otras.Las lágrimas se mezclaron con el orgullo de celebrar la entrega generosa de un salesiano totalmente entregado a Dios y a las almas. Señaló el P. Jorge García, director de la comunidad de San Panchito que en medio de los sufrimientos de los últimos días el P. Pedro Mario se declaraba feliz, y sus últimas palabras: "Señor, tengo sed de ti". Esto habla de un corazón pleno y lleno de amor a Dios.
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