lunes, 27 de abril de 2009

Frente a la Influenza en nuestro país


Nuestro país se encuentra conmocionado por el brote de una enfermedad que ha esparcido dolor y temor entre nuestro pueblo. Nos unimos a las disposiciones de las Secretarías de Salud y de Educación Pública que nos piden evitar las reuniones masivas de personas.

Por tal motivo, además de la suspensión de labores académicas en nuestras escuelas, se suspenden los Juegos Intersalesianos de Preparatorias y de Oratorios planeados para este fin de semana en San Luis Potosí y León, respectivamente.

Don Pascual Chávez, Rector Mayor, nos ha pedido colaborar con las disposiciones de las autoridades locales para contribuir a la pronta erradicación de esta enfermedad y a ser solidarios con nuestro pueblo.

Esta crisis, nos trae a la memoria la peste de cólera que azotó Turín en 1854, cuando Don Bosco con un grupo de sus muchachos salió heroicamente al auxilio de los enfermos, poniendo toda su confianza en María, la Madre del Señor:

"Han oído que ya ha hecho acto de presencia el cólera en Turín, y que habido algunos casos de muerte. Reina la consternación en la ciudad, y sé que algunos de ustedes viven angustiados. Voy a darles algunas recomendaciones que, si las ponen en práctica, espero que todos se librarán de tan terrible mal[...] Son casi los mismos prescritos por los médicos: Sobriedad, templanza, tranquilidad de espíritu y entereza. Pero, ¿cómo podrá tener tranquilidad de espíritu y entereza el que vive en pecado mortal? Quiero también que nos pongamos en manos de María con alma y cuerpo. ¿Será el cólera efecto de causas naturales, como la infección del aire, el contagio, etc.? En tal caso, necesitamos de una buena medicina que nos preserve. Y ¿qué mejor medicina y más eficaz que la Reina del Cielo, llamada por la Santa Iglesia 'Salud de los enfermos'? (MB 82.83)

La historia nos cuenta que, manteniéndose en gracia y con una medalla de María al cuello, los muchachos de Don Bosco afrontaron con éxito la peste mientras muchos, incluidos médicos, huían de la ciudad. Recordando también que Don Bosco les prescribió una serie de normas hingiénicas precisas.

Hoy, ante esta enfermedad que nos consterna, mantengamos la esperanza y la confianza en Dios, siendo corresponsables de la salud pública. No echemos en saco roto las indicaciones de prevención sin dejar que el temor nos impida llevar una vida serena y atenta a las necesidades de los demás.

María Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que genialidad de articulo
Eso es Bon Bosco con nuestros tiempos de Inmediato lo voy hacer extensivo a todas/os las/os jovenes del MJS y hermanas de Mi inspectoria

Hna Celfa dijo...

El comentario que aparece anonimo es de la Hna, Celfa Rodriguez FMA CBN