martes, 10 de marzo de 2009

Socios más que destinatarios


“… Así pues, pareció bien a los mismos congregados erigirse en sociedad o congregación que, teniendo como finalidad
LA AYUDA MUTUA para la santificación del alma, se propusiera promover la gloria de Dios y la salvación de las almas…



No dejo de admirar y contemplar con emoción lo atrevido y progresista de mi padre Don Bosco. En un tiempo y una cultura adulto céntrica, en la que el joven era menos que ignorado… Don Bosco, se atreve a hacerse socio de un grupo de 18 muchachos entre los 17 y los 22 años, que simplemente confían en la propuesta del adulto más significativo que se ha cruzado en sus vidas: “¡vamos a ayudarnos a hacernos santos!”
La experiencia de asociarse con muchachos hoy me dice mucho… socios más que destinatarios… yo les necesito para salvarme, ellos necesitan de mí para salvarse. Es partir desde el inicio una perspectiva que les reconoce como seres humanos dignos, capaces, llenos de una riqueza, con la que me nutro y al mismo tiempo me reconozco lleno de una riqueza por aportarles. Es partir de algo que en la cultura de los Derechos Humanos, se llama perspectiva de derecho.
Es proponer una alianza como la de Dios con Israel (valga la comparación) Dios que ama profundamente y por que ama confía, y por que ama acepta a su socio de alianza con todas sus riquezas, sus debilidades y su simple deseo de corresponder a este amor, que a pesar de su propia infidelidad se sabe ¡amado con un amor incansable!
Hacerme socio, hacer alianza con mis jóvenes hoy para mi como SDB, no es un simple recuerdo de un evento salvífico rico de hace 150 años.
Hoy más que nunca es una oportunidad de reconocer la existencia y su importancia de quienes pareciera que no existen o no cuentan, una sociedad que concibe a los jóvenes sólo en cuanto a su potencial de consumo, que les identifica como engranes del mercado, que les ignora, les apaga cualquier otro deseo de trascendencia, que los controla, los asfixia, una sociedad en la que los jóvenes precisan saber que son importantes, que su presencia tiene sentido y que es necesaria mas allá del consumo…
La alianza incluye el mutuo reconocimiento, el mutuo respeto, la mutua toma de parecer, la mutua escucha… Sólo la profunda convicción de que Don Bosco no les engañaba, hizo posible esta sociedad. El no les usaba, era cierto que Don Bosco les necesitaba para hacerse santo y ellos a él… la certeza de saberse amados y aceptados con sus límites, con su inexperiencia, con sus arrebatos propios y su aun no terminada personalidad, saberse amados de tal modo les lanza, les confía y les anima a aceptar la Asociación.
Celebremos el aniversario de este evento repitiendo sus raíces:



  • ¡Amemos a los jóvenes!

  • ¡Suscitemos confianza! ¡Confiemos en ellos!

  • ¡Expresemos que les necesitamos!

  • Expresemos que les aceptamos y les ofrecemos lo que somos y tenemos.

  • ¡Hagámoslos socios nuestros!

  • Propongamos proyectos “locos” juntos.

  • Busquemos hacernos santos junto a ellos.

  • Escuchémoslos, tomémosle en cuenta su parecer, sus propuestas sus ideas.


Que DB nos conceda muchos jovenes con quienes asociarnos, que el Buen Jesús nos dé a los jóvenes que nadie quiere, por que ¡les necesitamos y ellos nos necesitan!




P. Hugo Orozco, SDB
Obra Salesiana de Ciudad Juárez, Chih.

No hay comentarios: