martes, 31 de marzo de 2009
La santidad de Don Bosco recordando el 1° de abril de 1934
estamos viviendo el año jubilar por el 150° aniversario de fundación de nuestra Sociedad Salesiana. Son numerosas las iniciativas que se están llevando a cabo en las diversas inspectorías, y un vivo interés histórico sobre los inicios de nuestra familia carismática se está difundiendo por todas partes. Todo ello hace crecer en nosotros una mayor conciencia de nuestra vocación consagrada salesiana y favorece una madurez carismática que puede dar como aporte una profunda renovación de nuestra vida y misión. Con sentido de humilde gratitud sentimos necesidad de alabar al Señor por el grande don que hemos recibido.
Al centro de lo que estamos viviendo en este “Año Santo” de la Congregación está la fascinación por la figura de Don Bosco, que, aún hoy, renueva en nosotros el entusiasmo, atrae el corazón hacia una donación cada vez más plena y refuerza la pasión por la misión juvenil. En estos días el recuerdo de su canonización, acaecida el día de Pascua de hace setenta y cinco años por obra de Pío XI, el 1° de abril de 1934, nos ayuda a comprender que es justo su santidad la que nos conquista. Nuestra admiración por Don Bosco crece a causa de su santidad y es ella la que nos invita a la invocación e imitación de nuestro Fundador.
1. En mi primer carta a inicios del sexenio pasado, con las mismas palabras del siervo de Dios Juan Pablo II, os escribía así: “Queridos salesianos, sed santos!”. Invitaba de esta manera a hacer de la santidad nuestro programa de vida espiritual y de acción pastoral. Al inicio de este nuevo sexenio, el año de gracia que estamos viviendo nos propone una vez más el compromiso de santidad como el camino principal para “ser una hermosa réplica de la Congregación”, como proféticamente declaraba el mismo Don Bosco.
La santidad es la belleza de nuestra vida, de nuestras comunidades, de nuestra Congregación. La santidad, que se expresa en el seguimiento radical del Señor Jesús obediente, pobre y casto, representa la fascinación de la vida consagrada. La santidad, vivida como donación total de sí mismo a Dios por los jóvenes pobres, es la fuerza que procede de un testimonio veraz, capaz de suscitar y atraer vocaciones. He aquí el porqué la santidad, junto a su arte y su liturgia, constituye la belleza de la Iglesia. Con razón se puede afirmar por lo tanto: “¡Solo la belleza salvará el mundo!”.
2. La santidad de Don Bosco es la garantía de que su propuesta de vida, su escuela de espiritualidad y su modelo de acción apostólica, constituyen un auténtico camino evangélico que conduce a la plenitud del amor. Siguiendo la vía instaurada por Don Bosco de seguimiento de Cristo, tenemos la certeza de realizar una vida plenamente evangélica, donada totalmente sin condiciones, sin reservas, sin medida. En la escuela de Don Bosco aprendemos también nosotros a ser santos.
3. La multiplicidad y variedad de las formas de santidad, florecidas durante estos 150 años en la Congregación, entre jóvenes alumnos, en la Familia Salesiana, son un signo de la santidad de nuestro Fundador. “La santidad de los hijos es prueba de la santidad del padre”, escribía el beato Miguel Rua a los directores salesianos, al enviarles el testamento espiritual de Don Bosco, pocos días después de su muerte. La primer generación salesiana no tenía duda alguna sobre la santidad de propio “padre e maestro”, aún cuando no podía proclamarla antes de que la Iglesia la reconociera solemnemente.
Mientras tanto, la santidad que, en sus inicios, la Congregación lograba vivir en el servicio de los jóvenes, aplicando el método extraordinariamente sencillo pero igualmente eficaz utilizado por Don Bosco, habría sido el argumento más válido a favor de la santidad del Fundador. Así, la santidad de los hijos y de las hijas fue creciendo con el tiempo: siguiendo al padre, un gran número de discípulos hizo propia aquella forma simpática de santidad casi “casera”, que es “santidad del trabajo y del patio”.
4. Son tantas las figuras de santos y santas salesianos que se han inspirado en Don Bosco. A nosotros se nos propone el mismo camino: si queremos llegar a ser santos, debemos mirarle a él. Somos herederos de un santo. La santidad es la más grande herencia que él nos ha dejado. Don Bosco nos ha legado una santidad original, hecha de sencillez y simpatía. Una santidad que nos hace amables, buenos, sencillos, asequibles. Es esta la santidad a la que estamos llamados, capaz de atraer a la juventud. Este ha sido el regalo de Don Bosco a la juventud y es este el mejor don que también nosotros podemos hacer a los jóvenes de hoy. Recordémoslo, queridos hermanos: ¡la juventud pobre tiene derecho a nuestra santidad!
Parafraseando a Don Bosco, podemos decir que es fascinante ser santos, pues la santidad es luminosidad, tensión espiritual, esplendor, luz, dicha interior, equilibrio, limpidez, amor llevado hasta el extremo. Y también la Iglesia, a través del Vaticano II nos recuerda que “todos en la Iglesia están llamados a la santidad” (LG 39). Ello es una prioridad del nuevo milenio: “Sería contradictorio contentarnos con una vida mediocre, vivida bajo el signo de una ética minimalista y de una religiosidad superficial… Es el momento de proponer de nuevo a todos con convicción este «alto grado» de la vida cristiana ordinaria” (NMI 31).
La santidad no debe intimidarnos, casi como si nos pidiera vivir un heroísmo imposible, reservado a pocos privilegiados. La santidad no es obra nuestra, sino que es participación gratuita de la santidad de Dios, por lo tanto es una gracia. Es un don, más que fruto de nuestro esfuerzo. Toda la persona es introducida en la esfera misteriosa de la pureza, de la bondad, de la gratuidad, de la misericordia, del amor del Señor Jesús. Es entrega total de nosotros, en la fe, en la esperanza y en el amor a Dios; una entrega que se actúa día con día, con serenidad, paciencia, gratuidad, aceptando las pruebas y las dichas cotidianas, con la certeza de que todo tiene sentido ante Dios.
La santidad de Don Bosco refulge con esplendor, con esperanza y con la dicha de la Pascua. El júbilo del día de Pascua del 1° de abril de 1934, vivido en la Plaza de San Pedro el día de la canonización, coloca la santidad de Don Bosco en una luz pascual. Ante la inminencia de la Pascua de este año de gracia 2009 invito a todos a vivir, con gozo y renovado compromiso, este camino de santidad como novedad de vida.
Don Pascual Chávez Villanueva
Rector Mayor
lunes, 30 de marzo de 2009
¡Viva san Juan Bosco!
sábado, 28 de marzo de 2009
Creación de la Parroquia-Oratorio San Juan Bosco en Nogales, Sonora, México
Comunidad Salesiana Nogales
viernes, 27 de marzo de 2009
75° aniversario de Don Bosco SANTO!!!
Te invitamos a ver los sucesos de aquel momento histórico en el portal salesiano de España:
http://www.donbosco.es/especiales/100canonizacion
He ahí un punto que merece reclamar toda nuestra atención ante la santidad de don Bosco glorificada. La vocación a la vida cristiana ha sido para nosotros una gracia grande, gracia destinada a ser continuada por una cadena de muchísimas más, pero subordinadamente a la fidelidad de nuestra correspondencia. No dejemos caer en vano la gracia de Dios: éste será el fruto más precioso de tan gran fiesta.
domingo, 22 de marzo de 2009
Encuentro del Rector Mayor con los jóvenes del Congreso de Derechos Humanos en León
Asistieron alrededor de 360 jóvenes animadores de los distintos grupos y asociaciones de la provincia, así como invitados de las inspectorías salesianas de MEM, MME y MMO. Fue destadaca la presencia de los diversos animadores del MJS: Salesianos, Hijas de María Auxiliadora, Salesianos Cooperadores e Hijas de los Sagrados Corazones.
A estos jóvenes, Don Pascual Chávez ha dirigido un sentido mensaje, tanto en su homilía como en un encuentro tenido con ellos después de la Eucaristía.
En la Eucaristía, llena de cantos y alegría, el IX Sucesor de Don Bosco, comentando la fecundidad de la Familia Salesiana, recordó que en la fundación de la Sociedad Salesiana los jóvenes fueron protagonistas: cofundadores. "Don Bosco quiso partir de los jóvenes." Por ello ha exhortado al voluntariado como una forma concreta de este protagonismo, trayendo a la memoria el testimonio de Sean Deveareux. También recordó a Lino Valieri, voluntario con Don Bosco, como un testigo de la alegría salesiana arraigada en la esperanza en Cristo, afirmando que el secreto para la alegría es descubrir la vida como un don, que no es un ciclo biológico, sino tener un sueño que realizar.
Terminada la Eucaristía, ha tenido un encuentro con los jóvenes, donde escuchó la bienvenida por parte del "alcalde" de los muchachos que viven en Ciudad del Niño, por la coordinadora del MJS y por un prenovicio representando a los salesianos y salesianas en formación; quienes le obsequiaron un reloj, como signo del tiempo de gracia que es la juventud. Don Pascual, en su mensaje, recordó la importancia del Sistema Preventivo como Educación en los Derechos Humanos, para formar jóvenes que no sean sólo activistas reaccionarios, sino transformadores de la sociedad, entendiendo que no se puede dar por caridad a los pobres lo que les corresponde por derecho. Esto implica pasar de ser consumidores a ser protagonistas en el proceso educativo que nos ayude a superar las causas del mal social. La ciudadanía activa y el encuentro con Cristo como meta de la propuesta salesiana de educación.
Puedes encontrar más fotos en:
http://picasaweb.google.es/salesianasmexicosur/CongresoDerechosHuamanos# (FMA-MME)
http://picasaweb.google.es/salesianasmexicosur/CongresoDerechosHuamanos# (SDB-MEG)
http://picasaweb.google.com/dcsmeg/ClausuraCongresoJS# (SDB-MEG)
y puedes oír los audios de las intervenciones del RM en: http://www.salesianosmeg.org.mx/
sábado, 21 de marzo de 2009
Don Pascual Chávez en León
Por la mañana del 20 de marzo, se reunió en el aula del Santuario Nacional de Don Bosco con los salesianos de la Inspectoría de Guadalajara. En este encuentro, de una manera sencilla y familiar, comentó los motivos y las resonancias del CG26. Recalcó que nuestra vida sólo será realmente significativa cuando testimoniemos una vida feliz, proponiendo la vocación salesiana de manera directa, queriendo que otros sean felices como nosotros lo somos.
Respecto a los núcleos del CG26 pidió un estudio de Don Bosco, de su pedagogía, pero sobre todo de su espiritualidad. La vuelta a los jóvenes se necesita cuando se empieza con la ausencia física, luego la carga de otras actividades luego un extrañamiento generacional, donde podemos ser extranjeros o invasores y se termina con no amarlos. Exhortó a hacer frente a la emergencia educativa, proponiendo directamente los valores del Evangelio para que ellos puedan encontrar sentido pleno a la vida, con una pastoral renovada, acorde a sus nuevos lenguajes, desmantelando las falsas imágenes de Dios que el mundo ha construido en ellos.
Tras este breve encuentro, pasó al santuario, donde le esperaban los miembros de la Familia Salesiana de México, encabezados por los inspectores Don Salvador Murguía (MEG), Don Miguel Aguilar (MEM), Sor Beatriz Muñoz FMA (MME) y Sor Marina Nieto FMA (MMO), así como el señor Francisco Burciaga, presidente de los Salesianos Cooperadores del norte de México. Además estuvieron presentes las Voluntarias de Don Bosco, las Hijas de los Sagrados Corazones, ADMA y Exalumnos. El Rector Mayor ha destacado la importancia de pasar de una concordia entre los diversos grupos de la Familia Salesiana, a una verdadera sinergia en proyectos apostólicos que haga palpable la presencia de de la Familia Salesiana en el territorio; indicando como paso necesario la organización de las Consultas locales, continuando así el esfuerzo de la Consulta Nacional.
Por la tarde, en la explanada del Santuario, se celebró la Eucaristía con todo la comunidad parroquial de la obra salesiana, presidida por el Rector Mayor. La liturgia correspondiente a la fiesta de san Juan Bosco, ofreció la posibilidad de que Don Pascual Chávez mostrará el proyecto de vida del santo, quien horrorizado ante las situaciones de riesgo de los muchachos emigrantes y encarcelados, se conmovió y actuó con el corazón de Cristo Buen Pastor, dando un servicio educativo poniendo a los jóvenes siempre al centro de todas sus obras y proyectos. Como educador de la alegría inculcó en sus muchachos una visión positiva del mundo y de ellos mismo, aprendiendo a desarrollar todos sus talentos y a poner su felicidad en Dios. Tras la Eucaristía hubo un sencillo festival.
lunes, 16 de marzo de 2009
El Rector Mayor en México
La próxima semana estará presente en el Congreso Juvenil de Derechos Humanos en la ciudad de León, Guanajuato. Ahí tendrá también un encuentro con los salesianos de la provincia de Guadalajara (MEG) y con los y las jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS).
¡ BIENVENIDO A MÉXICO!
La primera actividad del Rector Mayor ha sido una reunión con los miembros del Consejo de la inspectoría de México-México. Luego, hacia el mediodía don Chávez ha participado en un encuentro con la Familia Salesiana que ha tenido como escenario la obra salesiana de Santa Julia y en el cual han participado unas 800 personas, representantes de los 11 grupos de la familia espiritual fundada por Don Bosco presentes en México. En el evento han estado presentes también don Miguel Agustín Aguilar, inspector de los Salesianos de México-México, don Salvador Cleofás Murguía, inspector de México-Guadalajara (MEG), y sor Beatriz Muñoz, superiora de las Hijas de María Auxiliadora de México-México.
Don Chávez ha invitado a los miembros de la Familia Salesiana a entender sus respectivos grupos de pertenencia no como entidades separadas, sino como una familia unida por un único carisma, un vasto movimiento, inspirado por el Espíritu Santo, a favor de la salvación de los jóvenes y no movido por mero filantropismo, motivaciones políticas o de índole sociológico.
Posteriormente, en el Santuario Nacional de María Auxiliadora, el IX sucesor de Don Bosco presidió la Eucaristía del III domingo de cuaresma, concelebrada por numerosos salesianos entre los cuales los dos inspectores mexicanos.
En su homilía don Chávez ha hecho énfasis en el camino cuaresmal que ve en la cruz el medio para la salvación, un camino que –según ha dicho el Rector Mayor- exige superar 2 tentaciones: Por un lado la de pretender prescindir de Dios al grado de negarlo o calificarlo como un fastidio innecesario, tentación ante la cual el cristiano ha de responder confiando plenamente en Él, manteniéndose a la escucha de Cristo transfigurado; y la segunda, que se refiere a confundir la libertad y la verdad como medios para hacer lo que nos plazca, sin considerar el ámbito del otro, del bien social y de la comunión con los demás, egoísmo que, incluso aquel intelectual, puede ser superado siguiendo el camino de Cristo y de su cruz redentora.
Hoy, lunes 16, el programa de la visita del Rector Mayor prevé un encuentro con los salesianos de la inspectoría de México-México.
viernes, 13 de marzo de 2009
Perfil Biográfico Vocacional de Artémides Zatti (el pariente de los pobres)
Emigrante en busca de mejores condiciones de vida, Artémides Zatti llegó a Bahía Blanca cuando tenía 17 años. Venía desde de Italia, junto con su familia. Los padres de Artémides, Luís Zatti y Albina Vecchi, tuvieron ocho hijos, cuatro mujeres y cuatro varones. Los Zatti, que vivían en Boretto en la provincia de Reggio Emilia, a poca distancia del Po, no poseían tierras propias, pero trabajaban como arrendatarios de otras familias.
Artémides, tercero de los hijos, nació el 12 de octubre de 1880. Fue bautizado el mismo día con los nombres de Artémides, Joaquín y Desiderio. Si la familia carecía de recursos materiales, llevaba una intensa vida cristiana que se hizo evidente cuando emigró a Argentina. En el ambiente de la familia, Artémides aprendió pronto a afrontar las fatigas y las responsabilidades del trabajo.
“En enero de 1897 Luís Zatti, padre de familia, tomó la decisión de dejar Italia y emigrar a Argentina junto con la esposa y los hijos. Al final del siglo pasado, la emigración de los italianos hacia América era un fenómeno de grandes proporciones y muchas razones justificaban esta corriente... Pudo influir en aquella decisión la invitación de un tío, Juan Zatti, que ya estaba en Argentina en la naciente ciudad de Bahía Blanca y allí había encontrado un discreto puesto de trabajo”.
En Bahía Blanca los Salesianos eran responsables de la parroquia de Nuestra Señora de la Merced, en cuyo territorio había ido a vivir la familia Zatti. No pocos comenzaron a reagruparse alrededor de la parroquia. Entre los que hicieron esta opción y entraron en la órbita de Don Bosco estuvo Artémides Zatti. Su familia estrechó una amistad sólida y fecunda con el párroco, Don Carlos Cavalli, misionero bueno y celoso, preocupado sobre todo por los pobres y los enfermos. Artémides encontró en Don Carlos un amigo sincero, un confesor prudente y un director espiritual experto.
El amplio ambiente social de los obreros católicos fue uno de los campos donde los misioneros se comprometieron. Artémides Zatti era asiduo asistente en los círculos de obreros que se reunían los domingos. La generosidad apostólica del P. Cavalli, el ambiente salesiano y el consolidarse de la obra de Don Bosco en la Patagonia eran como una invitación diaria y constituían un ideal mucho más atrayente que cualquier otra perspectiva para un desconocido, pero buen emigrante llegado de Italia. Don Carlos Cavalli le propuso emprender el camino hacia el sacerdocio en la Congregación de Don Bosco.
Así, con el consentimiento de su familia, el 19 de abril de 1900, a sus veinte años, llevado del deseo sincero de seguir su vocación, entró con plena disponibilidad en el ritmo de la vida del aspirantado de Bernal. Una circunstancia imprevista cambió su vida: Seguros de su responsabilidad, los Superiores le confiaron la asistencia de un joven sacerdote enfermo de tuberculosis. Zatti desempeñó con generosidad el encargo, pero poco después acusó la misma enfermedad.
Se dice que de su boca no salió nunca un lamento por lo sucedido: ni por la enfermedad en sí, ni hacia los Superiores, ni por las circunstancias en que vino a encontrarse”. Después de una consulta médica, los Superiores habían mandado a Zatti a Viedma, que será la patria definitiva de su misión.
La llegada de Artémides Zatti a Viedma coincidió con la de Zeferino Namuncurá, que venía de Buenos Aires y padecía la misma enfermedad. En Viedma la presencia salesiana era significativa, entre un complejo de obras se encontraba en el centro la Iglesia Catedral, que servía de parroquia y al lado el Hospital y la Farmacia, serán el campo de trabajo de Zatti.
Los Superiores, dadas todas estas circunstancias, debieron de proponer a Zatti, que perseveraba en su propósito de consagrarse a Dios, que profesara como salesiano coadjutor: aparte de los problemas de una salud incierta –por lo que la solución parecía prudente- era la entrega total a Dios en la vida salesiana a lo que Artémides aspiraba en primer lugar. La propuesta de los Superiores y la aceptación por parte del Siervo de Dios debieron de acaecer entre el 1904 y el 1906, pero no se tienen datos para precisarlo mejor.
Tampoco resulta que los Superiores desde entonces conocieran la promesa hecha por él a la Virgen por sugerencia de Don Garrone de consagrarse al bien del prójimo en caso de que sanara: parece que la cosa se hizo pública sólo cuando Zatti lo manifestó en 1915.
En Viedma, Artémides Zatti volvió a encontrar la salud y encontró su misión en el cuidado de los enfermos; de enfermo pasó a ser enfermero, y la enfermedad de los demás llegó a ser su apostolado, su misión. Se dedicó a ella a tiempo pleno y con la radicalidad del da mihi animas.
El hospital y las casas de los pobres, visitados noche y día yendo en una bicicleta, considerada ahora como elemento histórico de la ciudad de Viedma, fueron el horizonte de su misión. Vivió la entrega total de sí a Dios y la consagración de todas sus fuerzas al bien del prójimo, primeramente como válido y generoso colaborador del P. Garrone, luego, a la muerte del Padre (1911) y sobre todo desde 1915, cuando se inauguró la nueva sede, como primer responsable, verdadero director y administrador de la obra. Él, de hecho, estaba en todo: aceptaba, formaba, dirigía, pagaba al personal; hacía todo género de las compras; vigilaba la manutención; asistía a los médicos en las visitas y en las intervenciones quirúrgicas; trataba con las familias; sobre todo, se preocupaba de cubrir los gastos de la gestión siempre superiores a las entradas.
Fueron cuarenta largos y laboriosos años en los que la figura del Siervo de Dios creció continuamente en la generosidad del servicio y en la búsqueda de profesionalidad. Podríamos recordar la serenidad con que afrontó los pocos días transcurridos en la cárcel a causa de la fuga del hospital de un preso que había sido acogido por orden del director de la cárcel (1915); la prudencia y la paciencia manifestada en ocasión de la demolición no concertada del hospital y del traslado a una nueva sede no preparada (1941); la íntima alegría salesiana vivida en 1934 durante los tres meses que pasó en Italia para asistir a la canonización de Don Bosco.
Pero el Señor lo llamaba a asociarse nuevamente a su pasión y a compartir el sufrimiento con los que él mismo atendía. Era julio de 1950, cuando, al cuidarse de las consecuencias de la caída de una escalera, mientras hacía algunas reparaciones, le fue diagnosticada una insuficiencia hepática y sucesivamente un tumor al hígado.
Acogió y vivió conscientemente la evolución del mal (¡él mismo preparó para el médico el certificado de su propia muerte!), mantuvo su alegre serenidad, aun en medio de graves sufrimientos, consumió todas las fuerzas que le quedaban en el trabajo y en la comunidad, transcurrió los últimos meses en la espera del encuentro con el Señor. Repetía: “Hace cincuenta años vine acá para morir y he llegado hasta este momento: ¿qué más puede desear ahora? Por otra parte, he pasado toda mi vida preparándome a este momento...”
El momento del encuentro con el Señor llegó el 15 de marzo de 1951. Toda Viedma saludó al “pariente de todos los pobres”, como le llamaban desde hacía tiempo; aquel que siempre estaba disponible para acoger a los enfermos especiales y a la gente que llegaba de los campos lejanos; aquel que podía entrar en la más dudosa de las casas a cualquier hora del día o de la noche, sin que nadie pudiera insinuar la más mínima sospecha sobre él; aquel que, aun estando siempre en números rojos, había mantenido una relación singular con las instituciones financieras de la ciudad, siempre abiertas a la amistad y a la colaboración generosa con los que componían el cuerpo médico de la pequeña ciudad.
Juan Manuel Estrada, SDB
Comunidad del CRESCO-Guatemala
jueves, 12 de marzo de 2009
Punto central de nuestro encuentro fue el Aguinaldo del Rector Mayor y todas las riquezas que nos promete para la vivencia de la salesianidad en los diversos grupos.
El programa de las jornadas se centró en gran parte en el conocimiento de los diversos grupos y en las perspectivas de colaboración de cada uno de ellos. Claramente se vio que el deseo de mayor colaboración e interrelación dominaba en todas las presentaciones. Se tomaron también decisiones para el trabajo de todos los grupos siendo el punto principal de trabajo el formar en cada lugar de presencia salesiana una consulta de la Familia Salesiana, para un mayor conocimiento de los grupos, para un trabajo en común y para un futuro en que todos nos impliquemos en la gran labor iniciada por Don Bosco.
Siempre pueden expresarse deseos de mejora y de futuro. El año próximo el encuentro será en la inspectoría de las Hijas de María Auxiliadora de México, y todos deseamos que esta vez no falte ya el grupo de ADMA, constituido ya para entonces en organización nacional.
miércoles, 11 de marzo de 2009
Presentación de la Orquesta del Colegio Salesiano Don Bosco de León
El concierto comenzó alrededor de las 18:30 hrs. en el teatro del seminario. Con palabras del director de la comunidad, el P. Agustín Novoa sdb, se dio inicio al evento destacando la importancia de la música dentro de una casa salesiana, como instrumento de educación y evangelización. Los primeros en hacer su aparición fueron veintiún muchachos del colegio Don Bosco, que se encuentran en nivel secundaria, con la orquesta de la escuela, conformada principalmente por flautas de todos los tamaños habidos y por haber (bajo, tenor, alto, soprano y sopranino), percusiones (xilófono y batería), teclado y bajo eléctrico. Los adolescentes interpretaron melodías como: Sentimientos, The lion sleeps to night, la Bikina, el tema del Chavo del ocho, entre otras. Dirigidos con gran presteza por el profesor Ricardo, dieron muestra de gran talento.
En entrevista con uno de los muchachos de la orquesta, el joven Sergio Vega López, quien cursa el tercer año del nivel secundaria, hacía notar el gusto de poder interpretar la música y transmitir mediante ella sentimientos y emociones que él mismo vivía al tocar su instrumento, la flauta soprano o dulce.
Por otra parte, el director de la orquesta, el profesor Ricardo, nos dio su opinión sobre la riqueza de la música como elemento educativo, especialmente en los adolescentes con quienes trabaja, ayudándoles a un mejor desarrollo intelectual, potenciando su empeño en los estudios, motivándoles a concentrarse más y a obtener mejores resultados en las diversas meterías que cursan. Lo anterior se ha visto reflejado en el colegio, siendo los miembros de la orquesta los muchachos más sobresalientes de su escuela.
Posteriormente, después de un breve intermedio, el coro Adonay del oratorio Don Bosco nos deleito con diversas canciones de tinte religioso y salesiano. El conjunto coral está conformado por jóvenes adultos que desde hace diez años tuvieron la iniciativa de iniciar este proyecto, que ha alcanzado grandes logros como la realización de materiales discográficos y la participación en eventos importantes para la Iglesia de la diócesis de León y de las obras salesianas ubicadas en la misma ciudad. Algunos de los cantos que interpretaron fueron en honor a Don Bosco con canciones como: Don Bosco amigo, Somos Don Bosco que camina, Don Bosco nos une. Otras de las melodías fueron: Aquí hay un muchacho, la hora de Dios, Quiero levantar mis manos, Tú potente auxilio y cerraron con los Ángeles vuelan acompañados por alumnos del colegio y el Sr. Gabriel, salesiano tirocinante.
Fue nuevamente el P. Agustín Novoa sdb, quien agradeció la presentación tan bien lograda de los jóvenes y de los maestros del colegio y del oratorio Don Bosco, haciéndoles notar que son inspiración para su comunidad como ejemplo de entrega y constancia y recordándoles que son familia, ramas del gran árbol plantado por Don Bosco. También dio las gracias a los amigos de la comunidad que se hicieron presentes y concluyó con un avemaría para poner lo acontecido en manos de nuestra Madre.
martes, 10 de marzo de 2009
Socios más que destinatarios
LA AYUDA MUTUA para la santificación del alma, se propusiera promover la gloria de Dios y la salvación de las almas…
No dejo de admirar y contemplar con emoción lo atrevido y progresista de mi padre Don Bosco. En un tiempo y una cultura adulto céntrica, en la que el joven era menos que ignorado… Don Bosco, se atreve a hacerse socio de un grupo de 18 muchachos entre los 17 y los 22 años, que simplemente confían en la propuesta del adulto más significativo que se ha cruzado en sus vidas: “¡vamos a ayudarnos a hacernos santos!”
La experiencia de asociarse con muchachos hoy me dice mucho… socios más que destinatarios… yo les necesito para salvarme, ellos necesitan de mí para salvarse. Es partir desde el inicio una perspectiva que les reconoce como seres humanos dignos, capaces, llenos de una riqueza, con la que me nutro y al mismo tiempo me reconozco lleno de una riqueza por aportarles. Es partir de algo que en la cultura de los Derechos Humanos, se llama perspectiva de derecho.
Es proponer una alianza como la de Dios con Israel (valga la comparación) Dios que ama profundamente y por que ama confía, y por que ama acepta a su socio de alianza con todas sus riquezas, sus debilidades y su simple deseo de corresponder a este amor, que a pesar de su propia infidelidad se sabe ¡amado con un amor incansable!
Hacerme socio, hacer alianza con mis jóvenes hoy para mi como SDB, no es un simple recuerdo de un evento salvífico rico de hace 150 años.
Hoy más que nunca es una oportunidad de reconocer la existencia y su importancia de quienes pareciera que no existen o no cuentan, una sociedad que concibe a los jóvenes sólo en cuanto a su potencial de consumo, que les identifica como engranes del mercado, que les ignora, les apaga cualquier otro deseo de trascendencia, que los controla, los asfixia, una sociedad en la que los jóvenes precisan saber que son importantes, que su presencia tiene sentido y que es necesaria mas allá del consumo…
La alianza incluye el mutuo reconocimiento, el mutuo respeto, la mutua toma de parecer, la mutua escucha… Sólo la profunda convicción de que Don Bosco no les engañaba, hizo posible esta sociedad. El no les usaba, era cierto que Don Bosco les necesitaba para hacerse santo y ellos a él… la certeza de saberse amados y aceptados con sus límites, con su inexperiencia, con sus arrebatos propios y su aun no terminada personalidad, saberse amados de tal modo les lanza, les confía y les anima a aceptar la Asociación.
Celebremos el aniversario de este evento repitiendo sus raíces:
- ¡Amemos a los jóvenes!
- ¡Suscitemos confianza! ¡Confiemos en ellos!
- ¡Expresemos que les necesitamos!
- Expresemos que les aceptamos y les ofrecemos lo que somos y tenemos.
- ¡Hagámoslos socios nuestros!
- Propongamos proyectos “locos” juntos.
- Busquemos hacernos santos junto a ellos.
- Escuchémoslos, tomémosle en cuenta su parecer, sus propuestas sus ideas.
Que DB nos conceda muchos jovenes con quienes asociarnos, que el Buen Jesús nos dé a los jóvenes que nadie quiere, por que ¡les necesitamos y ellos nos necesitan!
P. Hugo Orozco, SDB
Obra Salesiana de Ciudad Juárez, Chih.
domingo, 8 de marzo de 2009
Podcasting salesianamente!!!
Un podcast se asemeja a una suscripción a un blog hablado en la que recibimos los programas a través de Internet. También una ventaja del podcast es la posibilidad de escuchar en lugares sin cobertura.
Ahora los salesianos se han empeñado en publicar podcast a través de su portal http://www.salesianosmeg.org.mx/, como fruto de un gran esfuerzo realizado por los prenovicios de Irapuato, quienes ya han incursionado en la comunicación social con su revista Yadá.
Te invitamos a "suscribirte" a r'pods, radio podcast salesiano.
viernes, 6 de marzo de 2009
XVI Asamblea Anual de Oratorios, Los Mochis
El P. Javier Prieto, delegado de la Pastoral Juvenil se hizo presente al encuentro presentándonos el objetivo del mismo: Hacer un alto en el camino para replantear nuestra intervención en los Oratorios de MEG de acuerdo a las necesidades de los jóvenes y sus familias.
La Metodología usada fue la de ver, juzgar, actuar y evaluar: viendo la realidad, retos y respuestas de los Oratorios de la Frontera a partir de la experiencia de Cd. Juárez; juzgando la realidad a través de una síntesis presentada por el Padre Fernando Ceja y los núcleos del CG26 presentados por otros Salesianos; definiendo el actuar a través de una propuesta de planeación estratégica y evaluando los indicadores, recursos y resultados del proceso, con la finalidad de reelaborar el PEPS Inspectorial de Oratorios y los PEPS locales de cada Oratorio.
El encuentro del primer día se realizó en las Instalaciones del Oratorio Don Bosco, el segundo día en donde está surgiendo el Oratorio “Domingo Savio” y el tercer día en el Club Náutico “Topolobampo” a media hora de la ciudad, donde hubo una intervención del Padre Hugo Orozco sobre los Derechos Humanos y la situación sociopolítica de México y otra del Padre Francisco Cervantes (docente del Teologado) que presentó un aporte interesante de la dinámica Oratoriana a partir de la Formación inicial. Concluyó el evento precisando los compromisos, acuerdos y tareas a realizar según lo visto en la Asamblea y poniendo todo en manos de Dios durante la Eucaristía final.
miércoles, 4 de marzo de 2009
Vitalidad de la Obra Salesiana en Nogales
lunes, 2 de marzo de 2009
3er. Festival Internacional Don Bosco, en Los Mochis
Es un festival gastronómico-cultural que se realiza en torno a la fiesta de Don Bosco. Se invita a diversos restaurantes y personas de la ciudad para ofrecer comidas típicas de diversos países del mundo. Esta vez fueron también invitados los Colegios de Los Mochis a participar con algún número artístico de carácter internacional para deleitar a los asistentes al festival.
Después de la misa de 12 comenzó el festival con la asistencia de varios cientos de personas de diversos sectores de la ciudad. Fue en verdad una fiesta agradable y un evento importante para recaudar fondos por parte de la Promotora de Apoyo a la Juventud, I.A.P. a través de la cual el Patronato respalda la Obra Salesiana.