Después de muchos ensayos y prácticas, los muchachos presentaron un número musical, gritaron su porra y lema que los identificará en esta sana competencia deportiva.
Después de las palabras del Director, P. Francisco González Roque, con las que inauguraba el torneo se realizó la primera actividad, una guerra con globos de agua, ejemplificando la batalla de Lepanto, en la que una coalición cristiana, llamada Liga Santa venció al ejército turco-otomano. El triunfo cristiano dio origen a la advocación de María Auxiliadora y a la cual Don Bosco se encomienda, dejándola como un tesoro para sus muchachos y sus salesianos.
Las últimas palabras fueron del P. Luis Miguel García, en las que resaltaba la importancia de saber defender el color del equipo no sólo por ganar un trofeo, sino por el trabajo colectivo y el aprendizaje individual y humano que conlleva cada triunfo. Y así en la Ciudad del Niño Don Bosco iniciamos la novena en honor a María Auxiliadora.
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