sábado, 30 de enero de 2010

Don Rua, un beato para la Iglesia



(Tlaquepaque, Jal. - 29 enero 2010) - Como una celebración de Iglesia, se vivió la Jornada de estudio sobre Don Rua en el Instituto Teológico Salesiano (ITS) de Tlaquepaque. Este evento marcó el inicio del año dedicado a conocer y profundizar la figura del primer sucesor de Don Bosco al que ha convocado el Rector Mayor Don Pascual Chávez, del 31 de enero de 2010 al 31 de enero del 2011, con ocasión del centenario de su muerte. A la jornada asistieron más de 80 personas entre los estudiantes y profesores del ITS - de los cuales la mayoría pertenecen a varias congregaciones masculinas y femeninas - y varios laicos y miembros de la Familia Salesiana.

La Jornada comenzó con la proyección de un breve vídeo que narra la vida del beato como una introducción para quienes no conocían su vida. Se entonó un canto dedicado a Don Rua, compuesto por el P. Juan Suriel de la República Dominicana y exalumno de este Instituto; y se concluyó esta primer parte con una simpática representación sobre los momentos más representativos de la vida del primer sucesor de Don Bosco. Toda esta parte introductoria fue preparada por los estudiantes de Espiritualidad Salesiana del Instituto.

La parte fuerte de la Jornada consistió en tres conferencias, ofrecidas por miembros de la ACSSA. "Don Rua y México, a través de sus cartas", fue la ponencia del P. Francisco Castellanos, quien fue responsable del Archivo Salesiano Central (ASC) durante varios años. En esta participación destacó el cuidado personalísimo que tenía Don Rua para las nuevas fundaciones. En el caso de México mostró como por medio de notas marginales (en una mezcla de italino y español), Don Rua preparaba las respuestas a las peticiones de fundación recibidas de parte del cooperador Angel Lascuraín.

La segunda ponencia versó sobre la implantación del Carisma Salesiano en México, a cargo del Dr. P. Evaristo Olmos. En su ponencia comentó desde el primer contacto de Don Bosco con México a través de los seminaristas mexicanos del Pío Colegio Latinoamericano de Roma, y la promesa del santo de que su sucesor enviaría a los salesianos a México. Narró también las vicisitudes en que se vieron envueltos los primeros salesianos fundando México, Puebla, Morelia y finalemente Guadalajara, entre iniciativas personales y la supervisión delicada de Don Rua, quien desde Roma mandó varios superiores para consolidar las raíces del carisma de Don Bosco en México.

La última conferencia, a cargo de Sor Guadalupe Rojas, mostró las relaciones entre Don Rua y el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora a través de los testimonios que las salesianas dieron en la causa de beatificación. Resaltó la pobreza de su vida, la cercanía que tenía con las hermanas, su orden y finura extraordinarias, y el dolor causado a las hermanas tras la separación jurídica de ambos institutos en 1906, por disposición de la Santa Sede.

La Jornada concluyó con un foro, donde además de las preguntas a los ponentes, el P. Jorge García dio a conocer las diversas biografías sobre el beato Miguel Rua.

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