SYDNEY 2008 -Francisco Javier Martínez Aguirre SSCC- La Jornada Mundial de la Juventud es el mayor evento juvenil del mundo, organizado por la Iglesia Católica, que reúne a los jóvenes de cada nación. Gracias a la experiencia de la JMJ, los jóvenes realizan una peregrinación en la fe que los lleva a experimentar el amor de Dios, a través de la vivencia de los sacramentos.
Este no ha sido un viaje cualquiera, por diversión o pasatiempo, el objetivo del viaje es el encontrar a Jesucristo, en el compartir la fe, el testimonio, el Pan y la Palabra divina durante una semana con actividades, oraciones públicas, en la compañía del Espíritu Santo, guía que nos ha ayudado a conocer a Jesucristo más a fondo.
Como peregrinos nos hemos preparado con bastante tiempo, nuestro cuerpo y nuestro espíritu para poder asimilar este encuentro con Dios en medio de la juventud de todo el mundo.
Hemos dedicado tiempo para las celebraciones públicas de la eucaristía, caminado varios kilómetros manifestando nuestra fe y nuestra razón de ser, el decir de donde venimos y que estamos celebrando.
El idioma no ha sido un obstáculo para la comunicación, ya que el sentir con un mismo corazón hace posibel que se transmita la fe son sólo ver una cruz, una imagen de la virgen, con el orar juntos, el cantar juntos, el caminar juntos, todo esto nos ha llenado de alegría; el escuchar el mensaje de los obispos alentándonos para seguir adelante, con celebraciones muy emotivas y juveniles, siendo cercanos con los participantes.
Hemos asumido compromisos con motivo del año paulino 2008-2009 recordando a san Pablo en una de sus cartas, “ay de mi, si no evangelizo”, ya que se nos debe de notar que somos cristianos católicos y de la urgente necesidad de anunciar a Cristo y su Reino, ya que recordando al mismo apóstol, “el tiempo apremia”.
Al preguntarnos sobre nuestras actividades, hemos compartido sobre nuestro quehacer en grupos juveniles, coros, retiros de evangelización, y ha llamado la atención el atender a la gente necesitada, y al hablar del oratorio, de san Juan Bosco, Ma. auxiliadora, Domingo Savio, ha habido mucho interés en conocer mas y participar en las obras salesianas.
Han sido muchas muestras de cariño, de afecto, de atención de mucha gente, y de mis compañeros participantes, les puedo compartir que hay amigos que conocí que ya participan en evangelización y catequesis, ayuda a los necesitados, en sus comunidades, ya que la experiencia hace brotar en los corazones el deseo de ayudar, de participar y de trabajar.
Quiero invitar a que también nosotros nos preparemos a seguir adelante, hemos aprendido que si queremos cambiar, debemos empezar nosotros, para que los demás noten el cambio en nosotros, dando testimonio de buen cristiano, en la ayuda de los demás, iniciando en nuestras familias, nuestra escuela, nuestro trabajo y nuestro ambiente en el que nos desarrollamos.
Así como también el siguiente evento en Madrid en el año 2011, al cual ya estamos invitados, y que la preparación inicia ya para el que quiera participar, como buen peregrino que con tiempo prepara todo lo necesario para el viaje, ojala y que de aquí surja la inquietud en participar, y me pongo a sus ordenes para la preparación.
A manera de conclusión comparto el testimonio de una joven de Nueva Zelanda, su nombre es Theresa, en mi opinión es el sentir de la mayoría de quienes participamos…….
“ha sido la mas increíble experiencia para mi, ¡me encanto¡ es lo mejor que he hecho en mi vida. Me encanta mucho mas Dios ahora¡ lo que he aprendido en la jornada se lo he dicho a mis amigos. La jornada mundial fue el mas poderoso encuentro con Dios, quien me ha ayudado a cambiar mucho.”
Por su atención gracias y como dice el lema de la jornada de Sidney: recibamos la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes para ser testigos de Cristo.
Dios nos bendiga.
Como fruto de un gran esfuerzo, el Oratorio Salesiano San Javier en conjunto con la SEDESOL y Vínculos y Redes A. C., ha logrado el establecimiento del bosconet, con la finalidad de ayudar a los y las jóvenes de San Pedro Tlaquepaque a incursionar en el mundo de la informática. No es un ciber común y corriente, es un centro de formación humana tal como lo quería san Juan Bosco, para lograr que en la red también existan los Buenos Cristianos y Honestos Ciudadanos.
