(ANS – Roma) – En otro tiempo los misioneros de
partían de Europa para ir a evangelizar al Nuevo Mundo. Hoy, mientras
Europa parece haber perdido la propia identidad cultural y espiritual,
el fenómeno se ha invertido y desde los otros continentes llegan
misioneros a testimoniar a Cristo en el Viejo Continente. Esta será la
experiencia de Pedro Ayala.
El padre Pedro Ayala es un joven salesiano mexicano, de la Inspectoría
de Guadalajara, uno de los que parten en la 142ª expedición misionera
salesiana. Después de haber participado del oratorio salesiano de su
ciudad, Sahuayo, a los 12 años de edad entra en el aspirantado de Tlaquepaque y a
través de las misiones juveniles comienza a percibir el deseo de
dedicarse su vida a los jóvenes, consagrándose como sacerdote e hijo de
Don Bosco.
A la vocación religiosa siguió, otra más radical, aquella de ser
misionero. “cuando era asistente en el noviciado – narra el padre Ayala – vino a
visitarnos un misionero de Angola; yo no hablé con ninguno, pero inicié
a sentir un inquietud dentro de mí. Después fui a trabajar con los
indígenas en la región de Chiapas y de Huasteca Potosina y este
sentimiento se reforzó. Sólo después de la ordenación hablé con el
inspector, el padre Cleofás Murguía, y desde entonces inicié un camino
de discernimiento que duró tres años”.
El 8 de diciembre pasado, Fiesta de la Inmaculada, el padre Ayala
formalizó su candidatura; “envié mi petición al Rector Mayor, indicando
tres metas posibles. Pero en realidad estaba dispuesto a ir a cualquier
lugar. Los más importante para mi es trabajar con los jóvenes”.
En continuidad con el trabajo de la Congregación salesiana por la nueva
evangelización de Europa – Proyecto Europa – el Rector Mayor destinó al
padre Ayala a la comunidad salesiana de “Don Bosco Haus” de Amsterdam,
donde colaborará en la formación de los voluntarios y en el servicio a
los jóvenes en situación en peligro.
La destinación no asusta al padre Ayala. “La misión está ligada al
crecimiento humano. – explica – Existen diversas formas de pobreza,
también existe aquella pobreza espiritual, que muchas veces lleva a la
droga, el sexo, el egoísmo… Estando en una escuela o en un instituto
puede entrar en contacto con muchos jóvenes; yo no quiero ofrecer nada
de material, pero conocer las personas, acercarme con respeto y encender
en cada uno la luz de Cristo”.
“El único miedo- continua – es conformarme, de perder el motivo por el
cual parto, llevar a Dios. La misión me pide una gran capacidad de
diálogo, de descubrir los valores sobre los cuales confrontarme sin
olvidarme que el objetivo es siempre Cristo y que no son los argumentos
con los cuales se evangeliza, pero con testimonio”.
La celebración en que será enviado, se trasmitirá, gracias a la producción de Misiones Don Bosco, en diferida satelital sobre en
Telepaz, y en streaming en
www.missionidonbosco.tv, a las 13:30 horas (GMT+2? Roma es sólo +1). [6:30 a.m., hora central de México; 5:30 por si acaso]